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Food Tech: cuando estar a la última en delivery no es un deseo sino una necesidad
21 junio, 2019

Carrefour, Deliveroo, Seur, Keatz y Crowdfarming reflexionan sobre cómo la tecnología da servicio a los nuevos hábitos de consumo en la segunda edición de nuestros encuentros sobre el futuro del retail de alimentación “Nuevos formatos de entrega para un retail multiformato”.

Un 10% de las nuevas viviendas en EEUU van sin cocina; el coste de pedir comida a domicilio es menor que el tiempo que gastas en preparar un plato en casa”. Sonido de murmullos. Esto sí que no lo esperaba nadie. Y menos en un país como España, tan de cocinar en casa y llevarse la fiambrera a la oficina o de comer directamente al sol con la llegada del buen tiempo. La afirmación de Joaquín Mencía, CCO de Keatz, va, sin embargo, muy en serio. Si bien es cierto que el porcentaje de compras de alimentación online sigue siendo pequeño (solo 2% del ecommerce español, aunque aumentando), las aplicaciones de entrega de comida (preparada) a domicilio se han disparado: según el informe La contribución económica de las plataformas de delivery en España, el número de clientes finales de este tipo de plataformas superó en 2018 los 3 millones (tres veces más que en 2016) y el número de pedidos casi alcanzó los 20 millones.

Dejamos de cocinar en casa más de lo que podemos imaginar e incluso cambia nuestra manera de disfrutar de la comida dentro de nuestros hogares -el 43% de los usuarios comienza a considerar pedir comida a domicilio como un sustitutivo del desplazamiento al restaurante-, por lo que el delivery se acaba convirtiendo en la forma de ahorrar nuestro recurso más valioso: el tiempo. Segundos, minutos y horas no invertidos en desplazamientos y colas de supermercado que pueden asignarse a otras finalidades y que, para ser más exactos, tienen un valor económico de 29,3 euros anuales por español (95 millones de euros anuales para toda la economía). Y eso que esto solo acaba de comenzar.

En 5 años, los propios supermercados han tenido que introducir en su oferta la comida ‘casera’ recién hecha, por no hablar de los nuevos modelos de negocio que han nacido alrededor del despegue de las apps de delivery, como las ‘dark kitchens’ que, precisamente, son la base de Keatz. Nuevas tendencias que están determinando los siguientes pasos en el sector de la alimentación en nuestro país en todas las etapas del proceso de producción.

El reto de la inmediatez, casi superado

Sea para entregarte la compra en casa o para llevarte la comida ya preparada, existen varias dimensiones que hay que tener en cuenta en delivery, según Rafael Sánchez, director Ecommerce de Carrefour España: “La distancia (que hay que recorrer), la capacidad (lo que cabe en un camión o vehículo de reparto), el tiempo (que tardas en hacer esa entrega), y los nuevos factores y condicionantes, como los cambios que se están produciendo en la movilidad en las ciudades. Pero, además, el consumidor lo quiere rápido y casi en tiempo real. Si juntas todo esto, solo hay una forma de hacerlo: echando mano de la tecnología”.

De todas esas exigencias, la inmediatez es, quizás, una de las demandas a las que más rápido están consiguiendo responder las empresas españolas. Ni está todo hecho ni es fácil, por supuesto, pero la recopilación y gestión de los datos, así como la implementación de algoritmos cada vez más precisos y el trabajo creativo de los equipos de innovación, está permitiendo buscar soluciones a la demanda en tiempo real y mejorar las predicciones. “Si no tienes la tecnología, estás perdido: se te disparan costes, pierdes calidad… En un producto como el food, si no entregas cuando tienes que entregar, la mercancía se autodestruye, pierde valor. Por tanto el grado de efectividad tiene que ser altísimo”, explica Marc Bayo, director de SEUR Now, de la división de innovación de la empresa de paquetería.

Es algo que también saben bien las empresas de entrega de comida a domicilio. “En nuestro caso, el tiempo medio de entrega son 30 minutos. Solo el 5% de los pedidos que entregamos tienen una duración de más de 50 minutos”, añade Marco Civolani, Head of Operations Spain de Deliveroo. Algo con lo que coincide el director ejecutivo de comunicaciones de la compañía de restaurantes virtuales Keatz. Para Joaquín Mencía, el debate y el desafío está más en la capacidad y la capilaridad de las empresas que en seguir acortando los tiempos de entrega. Digamos que hay ‘acuerdos no escritos’, comportamientos aprendidos, que permiten una relación fluida y de entendimiento entre el usuario y la empresa que se asegura de llevarle a casa su comida justo cuando la necesita: “La gente no espera que llegues en menos de 20 minutos. El comportamiento de la gente se ha adaptado a eso, por eso piden de camino a casa o mientras se van duchando. Si eres demasiado rápido, puede ser incluso negativo”.

Eficiente pero también más responsable

Es un diagnóstico que comparten empresas como Crowdfarming, en la que el usuario es comprensivo y flexible con los plazos de entrega, pero exige más información, transparencia y trazabilidad, y no solo en la última milla. A través de esta plataforma el consumidor no se limita a adquirir un kilo de naranjas o un paquete café, sino que apadrina o adopta unidades de producción (un cafetal o un naranjo). Esto le permite conectar con el producto y con el responsable del mismo desde el principio. Como explica Juliette Simonin, CFO de la compañía, se abre “un proceso de concienciación en el que los consumidores participan, observan y preguntan”.

Innovación y tecnología al servicio de consumidores que piden productos más frescos, más ecológicos, y con menor menor impacto medioambiental y social. Deliveroo ha eliminado, por ejemplo, la inclusión por defecto de cubiertos de plástico en sus pedidos. Del mismo modo, trabaja en la educación de sus usuarios a la hora de deshacerse de los envoltorios y, recientemente, ha eliminado entre las opciones de compra los platos que tengan entre sus ingredientes aleta de tiburón.

Una preocupación e incluso capacidad de anticipación que no solo revierte en una mejor reputación: “Hay costes en este desarrollo pero también hay una optimización de los mismos y se añade valor al producto”, insiste Civolani. Gracias a los datos que recopilan y a toda la tecnología disponible, empresas como esta orientan a los restaurantes para que puedan diversificar su oferta y reaprovechar productos reduciendo el desperdicio de comida: “Un restaurante de sushi al que se apoya para vender también ‘poke’ y así reducir el desperdicio de comida”. La misma estrategia sigue Keatz que, asegura, mantiene el desperdicio de comida por debajo del 0,5% en sus restaurantes gracias al aprovechamiento de ingredientes.

Adaptar la entrega a las nuevas ciudades

El otro gran desafío al que ya se enfrenta el delivery de comida en todas sus modalidades tiene que ver con la movilidad dentro de las ciudades.  Los nuevos modelos de urbanismo obligan a buscar alternativas que permitan mantener los estándares de satisfacción de sus usuarios. De ahí que las empresas de delivery estén participando activamente en el desarrollo de los nuevos modelos de transporte urbano. Sin ir más lejos, SEUR colabora en el proyecto ‘Autonomous Ready, liderado por el Ayuntamiento de Barcelona y la DGT para la puesta en circulación de 5.000 vehículos autónomos en la ciudad en 2020.

La apuesta por la movilidad inteligente y sostenible va de la mano de la experimentación con las tecnologías más punteras. Empresas como Google, Amazon, Uber, Starship o la misma Ford ya están haciendo pruebas con drones y robots en distintas ciudades, campus universitarios y empresas de todo el mundo. Aunque en nuestro país el debate en este sentido está menos avanzado, el director de SEUR Now, Marc Bayo, ve otras oportunidades como las entregas en maleteros o las ya cada vez más comunes consignas inteligentes o lockers: “Hay empresas que están pensando en poner lockers para mejorar la satisfacción del empleado”.

Y ¿qué hay de que nos dejen nuestra compra directamente en nuestro frigorífico o el plato de comida caliente sobre la mesa del comedor? “Hoy nos choca, igual que hace 10 años nos sorprendía poder llegar a tener internet en el móvil y hoy es una commodity. La cuestión es cuánto tiempo tardará en suceder”, concluye Rafael Sánchez, de Carrefour España. “La regulación es importante: en cuanto esté lista y adaptada, veremos aparecer y crecer estas nuevas fórmulas de delivery”.

Sin duda, un amplio abanico de nuevas oportunidades solo apto para empresas con un ligero gusto por el riesgo y la innovación. Flexibilidad y agilidad, competencias imprescindibles del FoodTech.

 

Estas son las conclusiones del último encuentro organizado con la colaboración de Carrefour #SociosAdigital para reflexionar sobre el futuro del retail en nuestro país. Si te has quedado con ganas de más, puedes acceder al resumen sobre la primera cita aquí. Y, por supuesto, no te pierdas el tercer y último evento de esta serie, después del verano.