Adigital ha contribuido a elaborar el “Manifiesto para Impulsar una nueva Generación de Internet Comprometida con las Personas” suscrito por las más de 60 organizaciones que componen el Comité de Impulso del Día de Internet, del que Adigital forma parte. El documento se ha presentado hoy en el Senado dentro de las acciones programadas para el Día Mundial de Internet que se conmemora el 17 de Mayo.
Este manifiesto se enmarca en la iniciativa Next Generation Internet (NGI) de la Comisión Europea, que tiene como objetivo dar forma al futuro de Internet como un ecosistema de plataformas interoperables que refleje a los valores europeos: apertura, inclusión, transparencia, privacidad, cooperación y protección de datos.
Asimismo, el manifiesto responde al compromiso de Adigital con la generación de confianza entre la ciudadanía, promoviendo buenas prácticas digitales y la seguridad en el entorno online, e impulsando la adopción de habilidades digitales y conocimiento como vía para tomar decisiones mejor informadas en una sociedad cada vez más digital, desarrollando un uso responsable, crítico y creativo.
En este contexto, el manifiesto recoge un decálogo orientado a impulsar la transparencia y la equidad en el entorno digital. Internet ha supuesto una transformación sin precedentes en la historia de la humanidad, permitiendo el acceso a la información, la democratización del conocimiento, la globalización de la economía y la creación de oportunidades en todos los ámbitos, desde la educación hasta la innovación empresarial. La nueva generación de Internet debe dar continuidad a esta evolución, manteniendo y ampliando sus beneficios dentro de un marco que garantice seguridad, equidad y sostenibilidad.
Las 10 medidas que propone el “Manifiesto para Impulsar una nueva Generación de Internet Comprometida con las Personas” son:
- Inclusión y accesibilidad. Una nueva generación de Internet debe priorizar un acceso inclusivo que elimine barreras económicas, culturales, físicas y educativas, garantizando que todas las personas, independientemente de sus capacidades físicas, condición económica o nivel educativo, tengan acceso equitativo a Internet y sus beneficios. Garantizando la accesibilidad de todos los segmentos de la población, con especial atención a los más vulnerables y a las personas con discapacidad.
- Bienestar digital. Un enfoque centrado en las personas debe tratar de maximizar el bienestar digital y la calidad de vida de la población, sensibilizando sobre los efectos negativos que un mal uso de la tecnología puede tener sobre la salud mental, como conductas adictivas, ansiedad o aislamiento social, a la vez que promueva y eduque en prácticas más saludables y sostenibles. El bienestar digital requiere evitar prácticas abusivas de manipulación de los usuarios, y el respeto a los denominados neuroderechos.
- Transparencia y empoderamiento. Un internet centrado en las personas debe tener más transparencia, mecanismos de gobernanza, y, por tanto, impulsar la capacidad de empoderamiento de los ciudadanos. Y para lograr esto último es clave permitir el acceso a toda la formación necesaria para dotar a las personas de las competencias que les permitan convertirse en una ciudadanía capacitada en uso de las nuevas tecnologías.
- Pensamiento crítico y lucha contra la desinformación. En la actualidad se está detectando en Internet una tendencia que prima la viralidad y que fomenta la polarización. Situar a las personas en el centro favorecería la introducción de sistemas y herramientas que promuevan un contenido ético, confiable y educativo en Internet. Debemos impulsar desde la infancia una educación en pensamiento crítico y alfabetización mediática, capacitando a las nuevas generaciones para discernir entre información fiable y manipulaciones interesadas.
- Fomento de la participación activa, responsable, y democrática. La nueva generación de Internet debe fomentar una participación activa y responsable, a través de herramientas para la co-creación de contenidos y su puesta a disposición de los ciudadanos, además de una participación democrática mediante gobernanza compartida. Se debe facilitar la posibilidad de que los ciudadanos puedan hacer uso de su identidad digital de forma sencilla y segura.
- Sostenibilidad. La infraestructura digital consume enormes cantidades de energía en los centros de procesos de datos y en los dispositivos, a la vez que contribuye a generar eficiencias energéticas en otras áreas de actividad. Continuar fomentando prácticas sostenibles como el reciclaje de equipos electrónicos y el diseño de productos duraderos puede reducir el impacto ambiental negativo. Crear una cultura digital sostenible implica educar a los ciudadanos sobre prácticas sostenibles para reducir su huella de carbono y dotarles de herramientas para su medición y control. Un internet sostenible optimizaría estos recursos, promoviendo tecnologías más eficientes y renovables.
- Desarrollo y gobernanza responsable de la inteligencia artificial. Debido al actual auge de la inteligencia artificial, con su divulgación y aplicación crecientes, es crucial garantizar que estas tecnologías se desarrollen y utilicen de manera ética, transparente, sin sesgos, con equidad y respeto de los derechos, priorizando siempre el bienestar de las personas y con un esquema de gobernanza a nivel europeo y global de manera que sus beneficios lleguen a todos los ciudadanos.
- Confianza y Ciberseguridad. Las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas (IoT), solo serán aceptadas si garantizan un nivel de confianza y seguridad adecuados. Con el aumento de las amenazas cibernéticas un internet más seguro es esencial para proteger a los ciudadanos y a sus datos, y esto exige que la Ciberseguridad esté presente en todas las fases del ciclo de vida de un producto o servicio. Las nuevas generaciones de Internet deberán ser lo más resistentes posible frente a eventuales incidentes que puedan producirse en la Red o en el entorno en el que opera, y ser resistentes a los intentos de terceros no autorizados de alterar su funcionamiento o rendimiento aprovechando las vulnerabilidades de Internet.
- Privacidad y control de datos. La protección de la privacidad de los ciudadanos debe ser una condición imprescindible a la hora de ofrecer servicios digitales. Un Internet centrado en las personas debería dar prioridad a la privacidad, transparencia y explicabilidad, permitiendo a los ciudadanos dar un consentimiento real y un control más transparente y efectivo sobre sus datos.
- Innovación y redes del futuro. Nos encontramos en un momento de cambio en el que las nuevas redes no serán una mera evolución de las ya existentes, sino una auténtica revolución. Serán redes abiertas, virtualizadas, programables, flexibles y automatizables, lo que dará paso a una nueva ola de innovación. Estas nuevas funcionalidades van a permitir potenciar la innovación, buscando la mejora de la vida de las personas y creando oportunidades de desarrollo económico y social. La nueva generación de internet debe impulsar el emprendimiento, la investigación y la creación de valor añadido.
Puedes descargar y suscribir el manifiesto aquí.