Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), el número de trabajadores a distancia alcanzó el 16,2% hasta superar los 3 millones en el segundo trimestre de 2020, esto es un 337% con respecto a 2019. La COVID-19 ha acelerado la adopción de este modelo de trabajo, pero ¿cómo garantizar su correcto funcionamiento para que tanto empresas como empleados puedan disfrutar de todos sus beneficios? El Libro Blanco del Trabajo a Distancia analiza sus posibilidades de adaptación al mercado laboral español y propone una serie de mejoras para su regulación en nuestro país.
El trabajo a distancia se ha mostrado como el mecanismo más eficaz para asegurar el mantenimiento de la actividad durante la pandemia y reducir el riesgo de contagio en el ámbito profesional. Por recomendación del propio Gobierno, fue adoptado de manera masiva por parte de las compañías cuya actividad podía realizarse en remoto y nos ha puesto a prueba como sociedad. Sin embargo, el marco regulatorio en el que se desarrollaba esta actividad, con muy poca penetración hasta marzo de 2020, ha demostrado ser insuficiente. Es por ello por lo que el Ministerio de Trabajo y Economía Social puso en marcha una iniciativa legislativa (Decreto Ley 28/2020, de 22 de septiembre) que establece los derechos y garantías de las personas que realizan trabajo a distancia, pero también las bases para que resulte en un aliciente para empleados y empleadores, y que el máximo número de personas y organizaciones puedan beneficiarse de sus ventajas.
Es esa regulación la que analiza el Libro Blanco del Trabajo a Distancia; un documento que pretende arrojar luz sobre este fenómeno, su uso en España, el impacto que la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 ha tenido en su desarrollo y las posibilidades de mejora y crecimiento en el futuro inmediato. Este análisis, se fija, además, en cómo funciona el trabajo a distancia en otros países del mundo y plantea, por último, una serie de mejoras para el desarrollo de la normativa aprobada en septiembre en nuestro país. Apuesta así por garantizar la sostenibilidad económica del modelo y la prestación del trabajo a distancia en un espacio de calidad; la igualdad de acceso basada en la alfabetización digital de los teletrabajadores; la puesta en marcha de un plan de transición de las pymes y micropymes, para su acompañamiento en el desarrollo de esta modalidad de trabajo, y el desarrollo del talento descentralizado y de nuevos liderazgos.
El Libro Blanco del Trabajo a Distancia es un proyecto del Observatorio del Trabajo a Distancia, una iniciativa empresarial y social que tiene como objetivo contribuir a la expansión de un modelo de trabajo a distancia que aporte seguridad a los trabajadores y a las empresas y contribuya a una adaptación a las nuevas realidades laborales y a una mayor flexibilidad, y eficiencia. Para ello, se propone generar conocimiento en torno a este fenómeno y contribuir al desarrollo de un marco regulatorio que permita impulsarlo para beneficio de todas las partes. El Observatorio de Trabajo a Distancia es una iniciativa que cuenta con el asesoramiento de Manuel Pimentel y Valeriano Gómez, ministros de trabajo durante las etapas 1999-2000 y 2010-2011, y que está compuesto en la actualidad por Utopicus, Actiu, Famo, Adams Formación, Manpower, Cuatrecasas, Garrigues, ProWorkSpaces, Future for Work Institute, Trivu, Grupo Alma y 3g Smart Group y Adigital.