Actualidad

Las plataformas digitales, contra la huella ecológica, el desperdicio de comida o la despoblación
23 octubre, 2019

Airbnb, Cabify, Blablacar, Crowdfarming, Farmidable, Nice to Eat You y Yoomers se dan cita en el primer Foro de Impacto Positivo de Adigital y Sharing España para aportar datos y experiencias sobre su impacto en la sociedad y el medio ambiente.

La Asociación Española de la Economía Digital (Adigital) y su colectivo de plataformas digitales de economía colaborativa, bajo demanda y de acceso, Sharing España, celebraron ayer la primera edición del Foro de Impacto Positivo, un espacio de debate que reunió a las principales plataformas digitales para analizar su papel ante los retos sociales y medioambientales a los que nos enfrentamos y compartir buenas prácticas.

Por él, pasaron representantes de plataformas como Airbnb, Crowdfarming, Blablacar y Cabify, así como otros expertos y académicos, que arrojaron luz sobre el efecto que estos modelos están teniendo desde el punto de vista de la creación de empleo y riqueza, la recuperación de las zonas rurales de nuestro país o la crisis climática.

Tech for Food: transformando el sistema alimentario

Uno de los desafíos globales identificados como clave en esta primera edición del Foro de Impacto Positivo fue el de la sostenibilidad y viabilidad de nuestro sistema alimentario.

Según Naciones Unidas, destinamos a proveernos de alimentos un tercio de las tierras disponibles, con el consumo de recursos y energía que eso supone. De hecho, el cultivo, la transformación, el transporte, la gestión de residuos y toda la actividad generada en torno a este sector es responsable de un 37% de los gases de efecto invernadero del planeta. Y, sin embargo, entre el 25 y el 30% de los alimentos producidos en el mundo se pierden o desperdician -en España, ese dato se traduce en 7,7 millones de toneladas de alimentos-. Plataformas como Crowdfarming, Farmidable, Yoomers y Nice to Eat You, ya trabajan para mejorar ese modelo desde las distintas etapas de la cadena de alimentación: produciendo bajo demanda, optimizando la logística para acercar productos y productores al consumidor y favoreciendo el consumo de alimentos perecederos de calidad.

  • Crowdfarming, con 70.000 usuarios que consumen productos frescos, bajo demanda y sin intermediaciones, ha generado ya 40 empleos directos en la plataforma y trabajo con salarios dignos para 150 personas en el campo (productores que comercializan sus productos a través de ella).
  • A través de Farmidable, 000 familias han consumido más de 50 toneladas de producto fresco y de proximidad. La plataforma ha reducido dos toneladas de CO2 en sus primeros tres años en funcionamiento. Además, trabaja con entidades como Cruz Roja para la generación directa de empleo en colectivos desfavorecidos.
  • Yoomers ayuda a que el 10% de las personas que comen solas en España encuentren una alternativa para compartir comida casera a buen precio. Con 1.000 usuarios en seis meses de actividad de perfiles muy directos, está favoreciendo la comunicación intergeneracional.
  • Nice to Eat you cuenta ya con 80 comercios colaboradores en Madrid y Zaragoza que al final del día no tiran la comida que les sobra y la ponen a disposición de sus usuarios a precios reducidos. Desde su comienzo ha salvado dos toneladas de alimentos. Cada lote de alimentos salvados ahorra las mismas emisiones de gases contaminantes a la atmósfera que no coger el coche en un trayecto de 10 kilómetros.
Las plataformas digitales, contra la huella ecológica, el desperdicio de comida o la despoblación

Daniel Truran, B Corp

Las plataformas digitales, contra la huella ecológica, el desperdicio de comida o la despoblación

Mesa redonda: Tech for Food

Las plataformas digitales, contra la huella ecológica, el desperdicio de comida o la despoblación

José Luis Ruiz de Munain, Spain NAB

Turismo responsable

En los últimos años, las plataformas digitales que permiten compartir alojamiento han transformado el sector turístico, descentralizando y redistribuyendo los beneficios económicos de esta actividad al generar ingresos para los anfitriones y para las economías locales e incluso llevarla a destinos antes nunca visitados.

En un país como España, en el que el turismo es un motor clave, el impacto económico directo de Airbnb en 2018 ascendió a 6.200 millones de euros (basado en los ingresos de los anfitriones y el gasto estimado de los huéspedes). Tal y como explicó Frank Smith, responsable de Relaciones Institucionales para España y Portugal de Airbnb, los anfitriones de todo el mundo han ingresado más de 57.000 millones de euros desde que se fundó la plataforma. Aunque hay más datos:

  • En las Olimpiadas de Río, se hospedaron 85.000 personas a través de Airbnb: el equivalente a 257 hoteles que no fueron construidos y una contribución de 100 millones de dólares a la comunidad local
  • El 88% de los anfitriones de Airbnb alrededor del mundo ya incorpora prácticas más verdes para el alojamiento, como la utilización de productos de limpieza ecológicos, reciclaje o compostaje.
  • El 66% de los huéspedes de Airbnb encuestados en 2017 expresó que los beneficios ambientales de compartir hogar eran importantes a la hora de elegir alojarse con Airbnb.

Una movilidad más eficiente para el planeta

El transporte es responsable de un tercio de las emisiones contaminantes a la atmósfera en nuestro país y, buena parte de ellas, provienen del uso del vehículo privado. Compartir trayecto se ha convertido por ello en una de las principales alternativas que tienen los usuarios para reducir su huella de carbono. De acuerdo con los datos aportados por Blablacar, la ratio de ocupación de coches en Europa es de 1,7 personas, coche mientras que en el caso de sus usuarios es de 3,9. Con 80 millones de conductores y viajeros en todo el mundo (5 en España), Blablacar estima que el uso del coche compartido reduce 1.6 millones de toneladas de CO2 al año. Es más,  podría suponer un ahorro de emisión en 2023 de 6.4 millones de toneladas de CO2, según su estudio Zero Empty Seats.

Por otro lado, dos tercios de los viajes que se hacen a través de la plataforma carecen de una conexión directa por medios de transporte tradicionales. Y, además, la plataforma ha comenzado a colaborar con la Asociación Española contra el cáncer para facilitar los desplazamientos al hospital de las personas con cáncer.

En el caso de las opciones de movilidad dentro de la ciudad, Cabify se ha comprometido a reducir sus emisiones y se ha propuesto hacer eléctrica la totalidad de su flota. Desde 2018, compensa todo el CO2 que genera su actividad: el año pasado, hasta 114 mil toneladas. Pero la plataforma también actúa en el plano social. Consciente del todavía reducido número de mujeres que se decantan por estudios STEM y puestos de trabajo en el sector tecnológico, Cabify tiene en marcha un sistema de becas y mentoring para favorecer la entrada de las mujeres en él. También promueve la empleabilidad de las mujeres como conductoras en los distintos países en los que opera.

Las plataformas digitales, contra la huella ecológica, el desperdicio de comida o la despoblación

Frank Smith, Airbnb

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Mesa redonda sobre regulación

Las plataformas digitales, contra la huella ecológica, el desperdicio de comida o la despoblación

Álvaro Zamácola, Blablacar

Una regulación inteligente para un mayor impacto social

Con estos datos sobre la mesa, la gran pregunta en torno a la que se desarrollaron los debates de este primer Foro de Impacto Positivo fue cómo construir un entorno adecuado que permita el florecimiento de estas plataformas y que explote al máximo su potencial de impacto positivo.

En este sentido, Carlos Mateo, presidente de la Asociación Española de Startups, y Vanessa Jiménez, abogada y profesora de la Universidad de Salamanca, reflexionaron sobre la necesidad de realizar un análisis concienzudo de las barreras al emprendimiento que existen en nuestro país y su eliminación y propusieron, entre las soluciones, la creación de sandboxes en los que el regulador pueda sentarse junto a las empresas innovadoras para comprender qué impacto tiene la normativa en las mismas y buscar soluciones que protejan tanto usuario como al consumidor sin perjudicar a las diferentes industrias.

Por su parte, Marta Becerra, directora de Asuntos Públicos de Adigital, insistió en el concepto de ‘smart regulation’ o regulación inteligente: “Necesitamos una regulación clara, flexible y proporcionada. La sobrerregulación o la rigidez en las normas hará que perdamos muchas de las oportunidades que nos brindan estos nuevos modelos. Son necesarios espacios para la experimentación que den pie a la innovación. Y, por supuesto, siempre desde el diálogo con empresas y startups”.

 

Así pues, este primer Foro de Impacto Positivo, organizado con el apoyo de BCorp, Unltd Spain, Foro Impacto, Startups Colaborativas, la Asociación Española de Startups y Corresponsables, sirve como pistoletazo de salida a una nueva línea de trabajo de Adigital que incluirá encuentros y otras iniciativas centradas en analizar y reflexionar sobre el impacto que la digitalización tiene en el progreso de la economía, la sociedad y el medio ambiente. Será en 2020.

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