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La OCDE avanza en las negociaciones internacionales para abordar los desafíos derivados de la digitalización de la economía
10 octubre, 2019
La OCDE ha publicado una propuesta para avanzar en las negociaciones internacionales en torno a una nueva fiscalidad para las empresas que operan en la economía digital. La propuesta, abierta a consulta pública, se basa en la creación de nuevas normas que establezcan dónde deben pagarse impuestos y sobre qué parte de los beneficios deben gravarse.

La propuesta de la OCDE se ha elaborado en base a elementos comunes de las propuestas existentes en la materia y es fruto del trabajo del Marco Inclusivo sobre BEPS de la OCDE y el G20, que agrupa actualmente a 134 países comprometidos con la negociación de reglas fiscales internacionales adaptadas a la economía global del siglo XXI. En concreto, el documento se articula bajo el Pilar 1 de la nota publicada por la OCDE en enero de 2019, destinada a identificar posibles mecanismos para resolver los desafíos fiscales que la digitalización de la economía ha traído consigo.

La propuesta garantizaría que las empresas multinacionales que realizan actividades comerciales importantes en lugares en los que no tienen presencia física sean gravadas en dichas jurisdicciones, mediante la creación de nuevas normas que establezcan (i) dónde debe pagarse el impuesto (normas de «nexo») y (ii) sobre qué parte de los beneficios deben gravarse (normas de «asignación de beneficios»).

Adigital celebra los avances

Por su parte, la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital) ha celebrado los avances realizados, insistiendo en que cualquier medida de ese tipo debe concebirse dentro del marco global de la OCDE y regular a todos los países por igual para evitar la fragmentación del sistema impositivo global y la creación de ineficiencias. Adigital ha advertido reiteradamente de los efectos a largo plazo que una solución unilateral de este tipo podría tener sobre la economía y, especialmente, sobre los servicios digitales para pymes y consumidores.

“La adaptación de la tributación a una economía digitalizada es de tal complejidad que requiere un debate sosegado y un espíritu de consenso. Una nueva fiscalidad digital propuesta de forma unilateral por los países más desarrollados alteraría negativamente la legitimidad de un sistema tributario internacional caracterizado por su coordinación transfronteriza. Además, tendría un impacto local y negativo en la inversión, la digitalización, la conectividad y en empresas y consumidores que acceden a los servicios digitales. Celebramos el liderazgo de la OCDE para buscar una solución multilateral, ya que solo a través de un enfoque sensato y coordinado se logrará consolidar un sistema fiscal internacional legítimo, sólido y justo”, ha declarado José Luis Zimmermann, Director General de Adigital.

El programa de trabajo de la OCDE

Esta consulta supone el primer paso bajo el programa de trabajo que la OCDE presentó el pasado mes de mayo, aprobado posteriormente por el G20 en el encuentro celebrado entre el 8 y 9 de junio en Fukuoka, Japón.

La OCDE ha invitado a las partes interesadas a enviar sus comentarios sobre la propuesta, confiando en que las respuestas recibidas contribuyan a una solución para el informe final que los miembros del Marco Inclusivo presentarán al G20 en 2020. El trabajo en curso se presentará durante la próxima reunión ministerial del G20 que se celebrará en Washington DC los días 17 y 18 de octubre.

Se espera, además, otra consulta pública sobre las medidas relacionadas con el segundo pilar para principios de noviembre. De acuerdo con el programa de trabajo, el Pilar 2 exploraría el diseño de un sistema para garantizar que las empresas multinacionales paguen un nivel mínimo de impuestos con el fin de evitar el cambio de ganancias a las jurisdicciones de tributación nula o muy baja, abordando los problemas pendientes identificados por la iniciativa BEPS de la OCDE y el G20.

El Secretario General de la OCDE, Angel Gurría, ha aprovechado la presentación de la propuesta para destacar las consecuencias negativas que tendría la actuación unilateral de algunos países, así como para recordar la voluntad firme por parte de la OCDE de alcanzar un acuerdo para 2020.