Con las Directrices éticas sobre una inteligencia artificial confiable, la Comisión Europea pretende garantizar un enfoque centrado en los seres humanos para el desarrollo de esta tecnología.
La Unión Europea acaba de lanzar sus Directrices éticas sobre una inteligencia artificial confiable. Este trabajo, que forma parte de la Estrategia de Inteligencia Artificial de la UE anunciada el pasado año, pretende garantizar un enfoque para la inteligencia artificial centrado en el ser humano, así como lograr la competitividad responsable en el sector.
El documento ha sido desarrollado en los últimos nueve meses por un grupo de 52 expertos nombrado por la Comisión Europea, tras un primer borrador publicado en diciembre de 2018 y sometido a consulta pública, y se basa en principios y derechos éticos fundamentales. Ofrece una lista de siete áreas clave que esta tecnología debe respetar: agencia humana y supervisión; robustez técnica y seguridad; privacidad y gobernanza de datos; transparencia; diversidad, no discriminación y equidad; bienestar social y ambiental, y medidas de responsabilidad.
Tal y como asegura el propio grupo de expertos responsable del documento, estas directrices no pretenden servir como sustituto a la regulación del sector, pero sí que aspiran a servir de inspiración para el desarrollo de una marca propia de inteligencia artificial, en pro de las personas y el bien común, que permita posicionar a Europa como líder en una tecnología de vanguardia, segura y ética.
La Unión Europea abre a partir de ahora un proceso en el que invita a stakeholders, tanto públicos como privados, a aportar información práctica sobre cómo mejorar la aplicación y definición de estos requisitos. Los interesados ya pueden registrarse para participar en este proceso, que comenzará en el verano de 2019.