Adigital y The Cocktail Analysis han presentado el estudio ’Evolución del viajero digital español (2019-2022)’, un análisis evolutivo alrededor de los indicadores clave de los viajeros digitales con el fin de encontrar y explorar los cambios en los hábitos digitales de los viajeros a causa del impacto del COVID-19. El estudio muestra, entre otras muchas cosas, que Portugal es líder en reservas online de los españoles cuando viajan al extranjero; que dentro de España Benidorm y Salou son los destinos más reservados; que el Brexit, aparentemente, ha afectado de forma significativa al descenso de los viajes a Reino Unido; o que los viajeros digitales españoles han recuperado el peso de las reservas al extranjero después de la pandemia, pese a que el gasto medio de un viaje al extranjero es un 21% superior al de un viaje dentro de España.
Los turistas digitales españoles ya viajan fuera del país tanto como antes de la pandemia. Durante la etapa de restricciones relacionadas con la COVID 19 (2020), el nivel de reservas en el continente de origen del viajero experimentó un pico importante, llegando al punto de que 9 de cada 10 reservas se hacían en España. Pero en los años 2021 y 2022 el mercado turístico se vuelve a estabilizar, repartiéndose al 80/20 los destinos en España y fuera de España, lo cual significa que no hay una pérdida de confianza respecto al turismo extranjero.
Si hablamos de destinos, Europa sigue siendo el más demandado para los turistas digitales españoles cuando viajan fuera (66%). Aun así, se observa cierto trasvase de turistas digitales hacia destinos lejanos de habla hispana, como Centroamérica y el Caribe, que siendo aún destinos secundarios, consiguen duplicar su cuota pasando del 5% en 2019 al 11% en 2022. También existe crecimiento de Oriente Medio y el Norte de África como destinos (del 4% al 6%), a pesar de la inestabilidad política de algunos de estos mercados.
Dentro de los viajes por Europa, Portugal es el destino líder en reservas online, ya que otro rasgo que define al turista español a la hora de viajar es la preferencia por la proximidad. En los últimos años, sobre todo en la época de pandemia, los países más próximos a España (como Portugal, Italia, Andorra y Francia) son los que han recibido más reservas españolas.
Si nos centramos en ciudades extranjeras llama poderosamente la atención el descenso de las reservas en Reino Unido, algo que parece estar relacionado con el Brexit. Con el ejemplo de Londres, vemos cómo en 2019 estaba la quinta en volumen de reservas y en 2022 no entra ni en el Top 10. Una lista en la que también destaca la aparición de destinos de ciudades no europeas, como Varadero, Punta Cana o La Habana. Lo que no ha cambiado en estos cuatro años es que varias ciudades portuguesas (Lisboa, Oporto y Albufeira) entran siempre en el Top 10.
Cuando el turismo se lleva a cabo en el interior de España, los destinos de costa dominan claramente a los de interior, independientemente de la situación sanitaria provocada por la pandemia. La costa mediterránea es la que más reservas cosecha, con Benidorm y Salou como principales exponentes. Más allá del litoral este de la Península, también figuran entre los destinos con más reservas Madrid, la Playa del Inglés (Gran Canaria) o el Puerto de la Cruz (Tenerife).
En términos de precios, el gasto medio por viaje ya está por encima de las cifras de 2019. Ir al extranjero supone mayor desembolso, aunque este viene provocado, en gran parte, por el mayor coste en los vuelos. Antes de la pandemia viajar al extranjero sólo conllevaba un 6% más de gasto respecto a quedarse en España. Tras la pandemia, el desembolso en viajes al extranjero ha crecido sensiblemente más que el que se hace para viajar dentro de España, llegando a suponer un 21% más respecto al turismo nacional.
La evolución del perfil del viajero
Si algo cambió drásticamente durante la pandemia fue la antelación con la que se preparaban los viajes. En el año 2019 las reservas se realizaban 53 días antes del viaje, cuando este era de interior, y 71 días antes, cuando se iba a salir de las fronteras; mientras que en el año 2021 eran 29 y 39 días, respectivamente. Esta diferencia sustancial se debe, principalmente, al ansia por volver a viajar, que provocaron el confinamiento y las restricciones posteriores, y a la incertidumbre que generaban los posibles escenarios del COVID. Sin embargo, en el año 2022, el dato parece indicar que habrá un retorno a los niveles anteriores al COVID-19 (42 días de antelación para el turismo interior y 52 para el exterior).
Hablando más del perfil del viajero español en sí, podemos decir que ahora es más consciente de las cosas y vive más el momento. Se ha producido un cambio de mentalidad o de actitud a la hora de plantearse un viaje: la pandemia nos ha “tocado” emocionalmente. Han aumentado las ganas de anteponer tiempo de calidad y ocio, frente a la rutina laboral y social a la que estábamos expuestos. También ha cambiado la mentalidad a la hora de disfrutar de ‘microvacaciones’: además del periodo estival, se aprovechan más los fines de semana, puentes y festividades sueltas para salir de casa. Para esto, la implantación del teletrabajo y la nueva flexibilidad laboral han sido fundamentales.
Al mismo tiempo, ha aumentado la conciencia medioambiental y la búsqueda de lugares menos concurridos. Comienza también a cerrarse la brecha digital de edad: con el cierre de las agencias de calle, las personas más mayores tuvieron que probar el mundo online y, en su gran mayoría, perdieron el miedo a reservar y pagar online, lo que ha ayudado mucho a cerrar la brecha digital.
Fernando Díez, director de The Cocktail Analysis Madrid, ha señalado que: “Este estudio nos permite confirmar que los viajeros digitales españoles han retomado la mayoría de las dinámicas pre-pandemia. El sector turístico está volviendo a cifras de 2019 debido, en parte, al descenso del nivel de incertidumbre. Asimismo, se están abriendo nuevas oportunidades gracias a algunos hábitos adquiridos a raíz del confinamiento como las escapadas o la preferencia por lugares menos masificados”.
César Tello, director general de Adigital, ha destacado que: “La aceleración de la digitalización provocada por la pandemia ha introducido cambios que son ya estructurales en la economía y en los hábitos del consumidor español. En el ámbito del turismo, cada vez más personas de mayor edad optan por contratar sus viajes online, venciendo las reticencias a la reserva y pago online. Desde Adigital seguiremos trabajando en impulsar la confianza y la transparencia del comercio electrónico y la economía digital en su conjunto”.