La Comisión Europea ha presentado el tercer informe sobre el estado de la Década Digital, sucesor del DESI, que evalúa los avances de los Estados miembros hacia los objetivos fijados para 2030 en infraestructuras digitales, digitalización empresarial, competencias digitales y servicios públicos. El informe incluye tres nuevos capítulos sobre dependencias en materia digital, capacidades de defensa y dimensión internacional de la Década Digital. A ellos se suma el capítulo específico sobre la doble transición verde y digital introducido en ediciones anteriores.
En el caso de España, el informe destaca una evolución positiva en la mayoría de los indicadores, y valora que el 92% de sus 13 objetivos nacionales están alineados con los objetivos de la Década Digital. El 75% se encuentra en el camino correcto y España ha abordado todas las recomendaciones emitidas por la Comisión en 2024, introduciendo nuevas medidas a las ya existentes.
España en el informe:
Infraestructuras digitales y digitalización de las empresas
España mantiene un nivel alto en despliegue de infraestructuras digitales: el 95% de las redes fijas son de muy alta capacidad (frente a la media del 82,5% de la UE) y el 94,9% del territorio está cubierto por fibra hasta las instalaciones, con un descenso del -0,4% con respecto al año pasado. La cobertura general de 5G alcanza el 95,7%, y se han desplegado 167 nodos de edge computing más que el año anterior, alcanzando los 301. El informe recomienda garantizar el acceso al espectro para las aplicaciones innovadoras de B2B y B2C y acelerar el despliegue de redes 5G, algo en lo que España comenzó a avanzar en 2024 a través de diferentes acciones políticas.
En cuanto a la digitalización de las pymes españolas, estas superan la media europea en intensidad digital básica (74,2%), y el uso de tecnologías como Big Data (40,9%) o cloud (33,1%) sigue creciendo. No obstante, la adopción de inteligencia artificial se sitúa aún por debajo de la media europea (11,3% frente al 13,5%). El informe valora los avances logrados gracias a distintos programas públicos, pero insta a intensificar el apoyo a la digitalización de las empresas y reducir la brecha entre pymes y grandes compañías.
Una política digital para las personas y la sociedad
El porcentaje de especialistas TIC en la población activa española (4,7%) sigue siendo inferior a la media europea, aunque su crecimiento es sostenido. El informe pone en valor iniciativas como el Plan FP Digital y Talento Hacker, y recomienda reforzar los incentivos para atraer y retener talento tecnológico, así como mejorar la visibilidad de las opciones de formación.
En cuanto a servicios públicos digitales, España destaca por encima de la media de la UE: el 88,8% de los servicios están disponibles online para la ciudadanía y el 88,3% de los ciudadanos tienen acceso a sus registros sanitarios electrónicos. El informe resalta el avance en identidad digital, aunque señala un retroceso en la digitalización dirigida a empresas.
Impulso de la digitalización para una transición ecológica inteligente
El informe subraya el compromiso de España con la sostenibilidad digital a través de medidas como el Programa Nacional de Algoritmos Verdes (PNAV), los esquemas de certificación voluntaria o la provisión de herramientas digitales a más de 140.000 empleados públicos. La Comisión recomienda mantener este enfoque coherente entre transición digital y ecológica, monitorizar las emisiones evitadas mediante soluciones digitales y seguir impulsando la eficiencia energética, especialmente en centros de datos.
Además, se destaca la implicación de España en iniciativas europeas clave, como los consorcios EDIC en tecnologías lingüísticas, gemelos digitales locales y salud, así como en proyectos como el IPCEI de Microelectrónica o el EuroHPC.
Retos europeos comunes:
A nivel de la Unión Europea, el informe advierte sobre retos estructurales como la fragmentación del mercado único, la excesiva complejidad regulatoria o la dependencia tecnológica. La Comisión señala que una actuación proactiva podría aumentar el PIB de la UE hasta en un 1,8% adicional de aquí a 2030. .
En concreto, el informe detalla dependencias estratégicas: la falta de capacidad para fabricar semiconductores, desarrollar tecnologías cuánticas e inteligencia artificial avanzada, contar con un proveedor europeo de servicios cloud, y aprovechar plenamente el software de código abierto. También destaca la ausencia de una plataforma europea de pagos competitiva.
En el contexto de seguridad y defensa, se subraya la necesidad de desarrollar redes de comunicación seguras, producir chips con aplicaciones militares, escalar startups con tecnologías de uso dual, acelerar la inversión privada y alinear mejor las políticas de I+D.
La Comisión también apuesta por fortalecer las alianzas internacionales a través de iniciativas como los Consejos de Comercio y Tecnología, los Acuerdos de Cooperación Digital, Global Gateway y la promoción de la Declaración de Derechos y Principios Digitales.
Finalmente, el informe considera 2025 como un año decisivo para que Europa consolide su liderazgo en inteligencia artificial. Para ello, se necesita más capacidad de cómputo y almacenamiento de datos, mejor conectividad, impulso a tecnologías abiertas y menor dependencia en sectores clave como semiconductores, cloud, pagos digitales y software libre.